El 5 de Julio se inauguró en la fase 3 del Paraíso un pequeño supermercado con una cafetería y un « chill out » en la terraza. Objetivo del promotor : animar la zona, marcada por su imagen de ciudad fantasma con sus casas inacabadas durante años.
La
saga de la fase 3
El
proyecto de cafetería y supermercado fue pensado y llevado a cabo
por el señor Wagner, director de Hotelera Azur Balear, empresa de
promoción inmobiliaria de El Paraíso, propietaria en 1971 de los
terrenos de toda la urbanización.
La
construcción de la fase 3, empezada por el promotor Urnova justo
antes de la crisis inmobiliaria, fue un fracaso. Se quedaron
inacabadas las 112 viviendas, dejando toda la zona como una ciudad
fantasma.
En intercambio de los terrenos, Hotelera Azur Baleares
consiguió la propiedad de 15 viviendas sobre los 37 que se acabaron
unos años después.
Joachim
Wagner hoy es optimista : el alquiler por semana de sus
viviendas sale rentable. Entonces va empezar en septiembre la
construcción de 16 más al lado de la piscina de esta zona. Serán
diferentes, unifamiliares. Deben estar listas para el próximo
verano, en junio de 2015.
Joachim M. Wagner, promotor del proyecto
La
construcción del supermercado con una cafetería es parte de este
proyecto. Joachim Wagner lo ve como un servicio para sus inquilinos,
de mayo hasta septiembre.
Urnova
sigue el mismo camino : ahora alquila por semanas los 29
apartamentos del complejo situado justo en frente del supermercado,
por el otro lado de la calle, y acabará a partir de septiembre las
obras abandonadas de las últimas 82 viviendas, previstas también
para estar listas en junio de 2015.
El
reto del negocio
Carlos
Granda alquila el local y lleva el negocio del
supermercado-cafetería. Es también optimista : piensa que
este sitio es todavía virgen y crecerá .
Se
dice economista de profesión con experiencia en el sector de la
lavandería. Su concepto : un supermercado de cercanía para
nacionales como alemanes con productos de primera necesidad a precios
cómodos y un sitio agradable para tomar algo. Su divisa : dar
buena calidad, ganar poco para vender mucho. Su comodín : seguir
abierto después de septiembre para los obreros que trabajarán en la
construcción.
Carlos
Granda, dueño del negocio, con su mujer.
En
verano da trabajo a 4 personas en 2 equipos. La cafetería propone,
desde las ocho de la mañana hasta las once de la noche, desayunos,
bebidas, cocktails, bocadillos, perritos calientes, salchichas
alemanas, queso de alta gama, etc. Su producto estrella : un moka
frappélatte cremoso, « una delicia chic » dice Carlos. El
« chill out » de la terraza de arriba ofrece un momento
de relajación con sofás cómodos y música de ambiente.
En las primeras semanas el negocio ha sido un poco flojito, pero, como dice Juan Antonio, uno de los camareros, “poquito a poquito se consigue un muchito”.
Así, si se concretizan las esperanzas de Joachim Wagner y de Carlos Granda, El Paraíso acabará en el verano de 2015 con su ciudad fantasma. ¡Ojalá !
Juan
Antonio y Maini a la cafetería
Lorena
a la caja del supermercado
El
chill out de la terraza de arriba
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